Si nunca te has enfrentado a un escenario en el que se te poncha la llanta, debes tomar medidas y estar prevenido ante cualquier imprevisto, pues no sabes cuándo te pueda suceder.

Al tener un auto, este es uno de los escenarios más probables, pero para no tener ningún tipo de problema, aquí te explicamos lo que debes hacer.

Debes tomar medidas y estar prevenido ante cualquier imprevisto.| Foto: Unsplash

Si se trata de una llanta ponchada todo lo que debes hacer es cambiarla. Existen dos escenarios distintos, donde simplemente se poncha o donde explota, si tu caso es el segundo es importante que no frenes, tomes fuerte el volante y te orilles en un lugar seguro.

Una vez que hayas estacionado el auto debes hacer lo siguiente.:

Necesitas aflojar las tuercas de la llanta. Para esto es necesario una llave de tuercas que se encuentra en la cajuela con demás herramientas.

Si se trata de un llanta ponchada todo lo que debes hacer es cambiarla.| Foto: Unsplash

La forma en que las sacas es girando la llave hacia la izquierda, las tuercas no las debes quitar por completo.

Después debes colocar el gato hidráulico debajo del auto. La parte donde lo tienes que colocar específicamente es en el chasis que está junto a la llanta ponchada.

Una vez que pongas el gato es necesario que dar unos empujones al auto. Esto es para garantizar que se encuentra firme y que está puesto correctamente.

Luego retirarás las tuercas por completo y así quitarás la llanta ponchada. Tienes que ponerla acostada para que no ruede.

Cuando hayas quitado la llanta vieja debes poner la reposición.| Foto: Unsplash

Cuando hayas quitado la llanta vieja debes poner la reposición. La forma de hacerlo es embonando los pernos de seguridad. Tienes que empujarlos hasta que sobresalgan.

Seguido, lo que debes hacer es ajustar las tuercas con la misma llave que las quitaste. Debes ajustarlas muy bien para que no se aflojen.

Al final con el gato hidráulico bajarás el auto al suelo y nuevamente debes ajustar las tuercas.

Este es todo el proceso que debes llevar acabo para cambiar tu llanta. Es más sencillo de lo que parece y al final podrás continuar con tu viaje.

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