Compartir Torta o pastel de arándanos y nectarinas: una deliciosa y tierna merienda para las tardes de verano
Nada mejor que una buena merienda de verano recién llegados de la playa o del campo. Así que hoy os traemos una torta de arándanos y nectarinas, de textura blandita y muy jugosa, gracias a la presencia de esta fruta de temporada y que podéis disfrutar mientras que las nectarinas aún estén en las fruterías.
Para realizarla no hay que ser experto, tan solo necesitaréis unas varillas y un bol, y ganas de pasar unos minutos en la cocina, puesto que es un pastel sumamente fácil de preparar, tanto, que incluso podéis hacerlo con los pequeños de la casa para tenerlos entretenidos colaborando con vosotros.
En un bol echamos los huevos junto con el azúcar y lo batimos con varillas hasta que esté blanquecino y haya doblado de volumen. Agregamos en hilo el aceite de girasol, y después los yogures naturales. Batimos suavemente de nuevo hasta integrar estos ingredientes.
Entonces, añadimos la harina tamizada junto con la levadura en polvo. Integramos suavemente para que no se baje el volumen que aporta el huevo, y añadimos 150 gramos de arándanos a la masa , así como dos nectarinas cortadas en finas lonchas.
Integramos la fruta en la mezcla y vertemos todo en un bol de 22 centímetros engrasado con un poco de mantequilla, margarina o spray desmoldeante, y espolvoreado posteriormente con harina. Precalentamos el horno a 180 grados centígrados con calor arriba y abajo.
Para decorar el pastel, abrimos las nectarinas que nos quedan en dos mitades, las deshuesamos y cortamos en rodajas con la piel. Las vamos colocando alrededor del borde del molde. El hueco que queda lo rellenamos con los arándanos restantes, espolvoreamos con azúcar glas.
Horneamos la torta durante 50 minutos o hasta que al pincharla con una brocheta esta salga limpia de masa. Dejamos que se enfríe y antes de servir volvemos a echarle un poco de azúcar glas por la superficie.
Ô cuisine - Molde Tarta, Redondo, Gris, 22 cm
Esta torta de arándanos y nectarinas es tan jugosa y tiene una textura tan tierna que no necesitaréis mucho más para disfrutar de una buena merienda de verano. Si os apetece, un buen vaso de leche o zumo sería un complemento perfecto para este pastel de fruta, incluso una horchata casera.
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