Por segundo partido consecutivo en el Carlos Tartiere Bolo y su equipo eran despedidos con pitos. Música de viento para un Oviedo y un técnico que no dan con la tecla.
El gesto de Bolo al inicio del encuentro ya reflejaba la importancia del choque. El vasco apostó ante el Huesca por un nuevo cambio de sistema, un 4-3-3 con Hugo Rama en el mediocampo, Obeng a la izquierda, Enrich en la delantera y Viti a la derecha.
El dibujo funcionó hasta que llegó el gol del Huesca y Bolo decidió dar una vuelta más de tuerca con el triple cambio de Flores, Bastón y Bretones y la vuelta al esquema al 4-4-2. El resultado no pudo ser peor y a Bolo se le empieza a acabar el crédito.
El técnico tenía tres partidos para revertir la situación, ya ha consumido dos y ahora solo le resta el choque en Albacete que marcará su futuro en el banquillo carbayón.
Trabajo psicológico en el Oviedo para salir de la mala situación
El técnico del Real Oviedo, Jon Pérez Bolo, ha retrasado este jueves una hora la salida al campo de sus jugadores tras la derrota ante el Huesca -la tercera seguida en casa- para que el responsable del área psicológica del club, Carlos Cuello, abordase con el grupo el "bloqueo, nerviosismo o ansiedad" que el bilbaíno ve en los suyos.
El Real Oviedo de Bolo no ha iniciado su andadura en la liga como al exentrenador de la Ponferradina le hubiese gustado y el técnico azul ha optado por incrementar el peso de la psicología en su trabajo diario con el fin de cambiar una dinámica que tiene al equipo sin conocer la victoria desde finales de agosto.
Los números del técnico son preocupantes -dos victorias en diez jornadas de liga, tres triunfos en 16 partidos si se tienen en cuenta los seis amistosos de pretemporada- y la falta de gol está penalizando a un Oviedo que solo ha logrado marcar cinco tantos -dos de ellos de penalti- en el primer cuarto de competición.
La solución de Bolo pasa por reforzar el peso de la psicología en el día a día, y es por ello este jueves en la primera de las dos únicas sesiones de trabajo que tiene el equipo antes de viajar a Albacete, Carlos Cuello fue el principal protagonista.
Los azules saltaron una hora más tarde de lo previsto al campo, tras su reunión con Cuello en el interior de las instalaciones y lo hicieron solo los suplentes dado que los titulares hicieron regenerativo en el interior del gimnasio tras la charla con el psicólogo azul.
"Impotencia, ansiedad, nerviosismo. Llámalo como quieras, pero lo hemos vuelto a ver tras encajar un gol impropio del fútbol profesional. No sé si es bloqueo mental o nerviosismo, pero no estamos sabiendo reaccionar a las adversidades y ese es un problema grave", argumentó el técnico tras perder ante su antecesor en el banquillo azul, Cuco Ziganda.
Para este sábado ante el Albacete, Bolo podría recuperar a Borja Sánchez aunque la idea del cuerpo técnico es no arriesgar con una enfermería por la que ya han pasado una decena de jugadores en solo dos meses y en la que aún se mantienen Dani Calvo, Koba y Miguelón.
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