Memory Box, de Joana Hadjithomas y Khalil Joreige - Revisión

2021-11-18 03:40:40 By : Ms. Amanda Zhang

Dentro de la Sección Oficial del Festival de Cine Europeo de Sevilla (SEFF) de este año, se ha estrenado en España la película Memory Box, el nuevo trabajo de Joana Hadjithomas y Khalil Joreige. Este tándem no es la primera vez en este festival ya que en 2012 ya presentaron The Lebanese Rocket Society.

La historia surge de la correspondencia real de Joana con un amigo suyo, un inmigrante libanés en Francia. El atractivo de la verosimilitud nos sumerge de lleno en una adolescencia interrumpida por la guerra civil libanesa, a través de un hermoso mosaico de casetes y fotografías.

Título: Memory Box Título original: Memory Box

Reparto: Manal Issa (Maia (joven)) Isabelle Zighondi Rim Turkhi (Maia Sanders (adulto)) Jade Charbonneau Patrick Chemali (Halim (adulto)) Reem Khoury Paloma Vauthier (Alex Sanders) Rabih Mroue (Raja (adulto)) Clémence Sabbagh ( Teta) Ghida Younes Hassan Akil (Raja) Rita Bado (Michelle (adulto)) Rea Gemayel

Año: 2021 Duración: 102 min. País: Francia Director: Joana Hadjithomas, Khalil Joreige Guión: Joana Hadjithomas, Khalil Joreige, Gaëlle Macé Fotografía: Josée Deshaies Música: Charbel Haber, Radwan Moumneh Género: Drama Distribuidor:

La vida de Alex, hija y nieta de inmigrantes libaneses, se pone patas arriba cuando reciben en su casa de Canadá una caja de misteriosos recuerdos que les abre la puerta a una etapa desconocida del pasado de su madre. Reconocidos orfebres de la memoria audiovisual, Joana Hadjithomas y Khalil Joreige nos regalan su película más emotiva, accesible y pop, una conmemoración de la guerra civil libanesa a través de los recuerdos personales de una adolescente. Los directores dan vida a historias íntimas en forma de diarios ilustrados, cartas y collages fotográficos de una joven de los ochenta, con un estilo creativo que conecta con las expresiones más inquietas de la comunicación digital. (Festival de Sevilla 2021)

En términos narrativos, Memory Box trata temas muy universales. Amor y familia unen esta historia sobre cómo una niña conoce la verdad oculta de su madre. Cómo esta era una adolescente rebelde cuyo único pecado era creer que merecía ser feliz en medio de los bombardeos en Beirut.

La guerra, a su vez, funciona como un hilo conductor. Gran parte de la historia es un flashback de cómo una familia y un país se derrumbaron a causa de este mal. Un mal que ha asolado a la humanidad desde las primeras etapas de la civilización.

El sinsentido del conflicto libanés se refleja a medida que los personajes se derrumban gradualmente junto con sus ideales, y la única esperanza es dirigirse al ancho mar. Al estar basado en una historia real, el componente emocional aumenta mucho y se forma una historia redonda, muy actual con los problemas que existen hoy en el Medio Oriente.

A lo largo de la película y sobre todo en la primera mitad, lo más llamativo es su montaje y puesta en escena. Pudiendo optar por realizar una lectura dramatizada de las cartas encontradas, los realizadores deciden darle un giro.

Para resaltar una historia relativamente simple, se utilizan multitud de elementos que aumentan el atractivo para el público de lo que se narra. Está claro que leer una historia no es lo mismo que visualizarla a través de cartas y fotos y escuchar los hechos que sucedieron desde la propia protagonista.

Los casetes representan un acercamiento íntimo a la historia de Maia en el Líbano, mientras que las fotografías utilizadas y la forma de mostrarlo logran enganchar al espectador desde su lado racional. Esa parte analítica que busca la belleza en la estética por encima del mensaje.

Joana Hadjithomas y Khalil Joreigede demuestran que hoy en día existen mil y una formas de contar una historia previamente escuchada. Para lograr la empatía del público hay que tener la originalidad y frescura con la que lo presentas, al fin y al cabo, tu propia visión de un hecho desconocido por muchos, que vale la pena conocer.

Desconozco la difusión que pueda tener Memory Box dentro del territorio español, pero me he sentido agradecido de poder disfrutarlo en esta edición de SEFF. Estoy seguro de que los espectadores se emocionarán y obtendrán lo que esperaban ver. O tal vez abres tu propio baúl de recuerdos a otra cosa, algo que olvidaste hace mucho tiempo.

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